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viernes, 28 de febrero de 2020

Las pasiones y los miedos de los escolares en Felizmente no he despertado de Paolo Astorga -


Las pasiones y los miedos de los escolares en Felizmente no he despertado de Paolo Astorga


Reseña por Francois Villanueva Paravicino



El último libro de cuentos de Paolo Astorga, Felizmente no he despertado (Editorial Ámbar, 2019), es, a mi juicio, tal vez la mejor de sus entregas en el género del cuento que ha cultivado desde hace buen tiempo. La prosa está mejor trabajada, ya en la frase o en la precisión de la palabra, y en el plano del relato o las historias que se cuentan, se aprecia una madurez que, por parte del que lo ha escrito, conoce con mayor eficacia la psicología de los personajes o, en un sentido más profundo, ha adquirido la madurez vital que se debe conocer sobre la vida y la existencia humana de los principales protagonistas.
Como se podría mencionar sobre el oficio de docente que el autor ejerce, se puede destacar el fino conocimiento que maneja sobre las alegrías, tristezas, sentimientos, deseos, temores de los adolescentes y escolares; quienes, como se aprecia al continuar leyendo los relatos, ya son vistos como seres en formación y con grandes conflictos, no solo personales o subjetivos, sino también familiares, sociales, económicos y hasta existenciales.
Para mí gusto, los cuentos mejor logrados no son los que desarrollan las historias de amor de adolescentes enamorados, que se desarrollan en una buena cantidad en el libro, sino las que expresan las diversas problemáticas que sufren ciertos escolares, como los miedos a la muerte, el temor a los malos pensamientos, los fracasos o la tristeza a no ser aceptados, como se desarrollan en “Pequeño cuento sobre un suicida”, “¡Yo no la maté!”, o “Fama”.
Uno de los cuentos más peculiares del libro, “El extraño caso de Paula”, es sobre la recriminación y desazón que sienten los adolescentes al tener malos pensamientos, como haber odiado o haber deseado el mal a alguien; pues, aquel mal deseo, al hacerse realidad, causa tristeza, compunción, arrepentimiento y remordimiento. En efecto, es una historia con alto contenido moral; ya que, como se verá al final de la historia, aquel conduce al fracaso y genera autodestrucción. Como bien afirma la frase popular: “El odio envenena el alma y envejece al espíritu”. Por ello, la invitación está hecha para esta interesante propuesta.


viernes, 10 de febrero de 2017

Solo por ser raro. El desborde de la imaginación

SOLO POR SER RARO
EL DESBORDE DE LA IMAGINACIÓN

(Sobre Solo por ser raro de Paolo Astorga)
Lima, Editorial Ámbar, 2016, 100 pág.


Por: Francois Victor Villanueva Paravicino



Si algo caracteriza el libro de cuentos Solo por ser raro de Paolo Astorga, como el del amor juvenil en su libro anterior El amor es memoria y otros cuentos, es la plétora de la fantasía y la torrencial imaginación en la que se sumergen los personajes de esta colección, ya sean adolescentes de la secundaria, príncipes, lobos feroces, monstruos, sosías, hombres-arañas, u hombres-dinosaurios.

              Es verdad que en su entrega anterior se desarrollaban historias de amores juveniles frustrados, como el intento de fuga incompleta y otra con final abierto, en el cuento Efecto bucle; o en el cuento Daniel, donde el personaje epónimo vive enamorado de su compañera que ya tiene enamorado; y también en El amor es memoria, donde un hombre de 45 años recuerda su primer amor colegial al ver el árbol donde comenzó aquella ilusión amorosa. En este nuevo libro, ya no se pone énfasis en esta temática.

            Solo son dos cuentos donde se puede apreciar en Solo por ser raro la continuación de esta línea macroestructural: Hechicera y Doble. En el primer cuento el protagonista goza del beso en su mejilla de la chica más popular de la escuela, algo que está dispuesto a pregonar como si hubiese sido en los labios y del que se infiere fue así como creció anteriormente y con anécdotas parecidas la fama de esa hermosa chica: con la grandiosa imaginación de los adolescentes soñadores.

            En Doble, se recupera dos temas clásicos en la Literatura: los sosias y la lucha por el amor. El ambiente se vive en las aulas del colegio (algo que también recuerda a William Wilson de E. A. Poe) y al final termina a los dos parecidos peleándose por una compañera. Aquí el autor usa con destreza su técnica narrativa para hilvanar esta interesante historia juvenil.

            Escrito con lenguaje simple y sencillo, de ritmo veloz y entretenido, de temática innovadora y acorde a los temas infantiles y juveniles, el libro es una invitación a su lectura por parte de los más jóvenes y pequeños de la casa, para que estos puedan así adaptarse al maravilloso mundo de la Literatura.

            El texto Historia de un dinosaurio de este nuevo libro puede emparentarse con Lo peor de la anterior publicación. Ambos son seres abominables, feos, repulsivos; pero existe ciertas diferencias: el dinosaurio-hombre tiene esperanzas de ser amado, y ese sentimiento lo alberga gracias a una imaginación positiva; mientras que el muchacho feo ha perdido toda fe en el futuro, tanto así que buscará convertirse en un ángel vengador que piensa hacer el mal a los que lo rodean.

            Una alusión al oficio de la escritura del escritor, el gran idealista por excelencia, que forja su arte pese a la poca aceptación del público, se desenvuelve en Me dedico a soñar. Sobre el artificio de seres extravagantes, principescos y sacados de cuentos de hadas, se encuentran Monstruo contra monstruo (sobre un ser que come humanos y que al final es capturado por ellos), El lobo feroz (sobre el personaje de Charles Perrault que vive enmarcado en una sociedad capitalista que lo explota y al final lo expectora) y El príncipe, donde se desarrolla una historia típica de los cuentos de hadas que resulta ser un juego infantil.

            Asimismo, existen cuentos que profundizan en los problemas psicológicos que sufren los niños por culpa de la mala relación entre los padres, debido a peleas entre ellos y maltratos contra el hijo. Estos están presentes en Como una piedra (un niño inventa una enfermedad para no ver pelear a sus padres, pero con resultados negativos) y Pepe, donde este niño gusta de cazar a las aves por el simple deseo de ser libre de los conflictos de su familia. Finalmente, el sexto cuento de los diez, titulado Gerardo y las arañas, versa sobre la concepción de los niños de ensalzar a ciertos protagonistas casi míticos de su infancia.

            Una nueva propuesta para los lectores más jóvenes, y a disfrutar se ha dicho.  

Extraído de: http://writerfires.blogspot.pe/2017/02/solo-por-ser-raro.html

miércoles, 27 de enero de 2016

Ocho poemas del libro Detrás de las ventanas (Toro de trapo 2011) - Paolo Astorga

Ocho poemas del libro Detrás de las ventanas (Toro de trapo 2011) - Paolo Astorga


LETANÍA


Yo puedo morir
y tú lo sabes.

En el angustiante atardecer
todo atiza terriblemente
en lo hondo de las sombras.

Sé que ha nacido un corazón crucificado.

Cierra los ojos.
Hoy tampoco tendré un cuerpo tibio
entre las sábanas.

Ya no tengo más isla
que esta absurda idea de reconstruir el paraíso
y deambular eternamente
como una sombra en la barbarie que sueña tu errática figura.

Sin embargo
el alba aún habrá tocado mis labios,
el instante congelado
                 decapitando una sonrisa.




ANGUSTIA NATURAL



Un rostro afligido de desgracias,
vigila el confuso reflejo de los relojes,
una lágrima antigua que cae sobre tu pecho
y oculta las heridas
para que retornen todas las hojas vencidas por el viento.

Asechantes sotos vibran impacientes
bajo la ausencia atardecida del azar;
sombras sin memoria vagan por este incierto resplandor
que ha liberado silenciosos unicornios por el campo.

La piel sesgada ya no retiene las caricias,
vuelvo a esa perversa flor que ha cercenado mis manos
y la claridad de los columpios enmudeciendo la tarde.

Los últimos árboles desconciertan el eco indecible de los pájaros,
otra vez el sol que me espera de rodillas,
sospechando entre mis ojos la profunda soledad de la niebla
que parece olvidar todos los sonidos que el mar inventa
para que la luna no desaparezca nunca en nuestros vientres.



UN MUCHACHO ANTES DEL INVIERNO



En la búsqueda infinita se pierde la nostalgia,
el desprecio hacia aquella piedra que ha invadido nuestra ausencia
bajo la plegaria que amanece sobre una extensa sábana insufrible.

Pocas cosas han quedado impunes a la mirada funesta de los cuervos.
Fluye el tiempo ahogándose en el lago púrpura de inconcretas voces
acariciando la perversa herida bajo el llanto.

Despoblados rostros han acabado su otoño
sobre un par de labios adormecidos de arpegios
que a veces solo provocan la violencia de las nubes
bajo una pestaña aletargada por la incógnita ceniza
que ha construido las distancias.

Entre los pinos
ya nadie rinde culto
a una lágrima que ha perdido
su corona.




BALADA PARA UN CUERPO IMAGINARIO



Enardecidos pájaros cercenan mis sueños,
tengo ahora todas las sombras
y los ataúdes frente a mí alucinando paisajes absolutos,
en tu cuello descubierto, aún el destierro incompleto
azorando mis vértebras, el éxtasis resucitando oscuros laberintos
donde la piel retorna a las palabras y el río detiene su cauce.
Copulan los mares en la eterna soledad de las gaviotas,
la arena desiste un tiempo,
derrama la espuma de su sangre indolente
en mi mortuoria risa despintada.
Solo el olvido camina aprisa y me desmiembra,
los ángeles tocan su lira, parecen diluirse mientras me abren los ojos
y el cielo despoja todas las caricias,
los rostros, las casas, las paredes y el sol, que adelgaza las huellas
y desaparece como un murmullo que se pierde al final de la calle,
y aún tu cuerpo en trance, mirando todas las ventanas...


LA MARIPOSA GRIS TODO LO HA SOÑADO



Escaleras infinitas han aletargado la noche,
huyen mustios los caimanes imposibles de esperanza
bajo tanta angustia, tanto auspicio de sangre
brotando de borrosos sauces que increpan
un designio hacia los bosques.

Han destronado el silencio y lascivas córneas compungidas
pululando la inviolable piedra que nos ha abierto el cuerpo
como una flor calcinada entre los labios.

Ya no existe más que fútiles urbes envueltas en fuego
y acaso esa rebeldía de mirarse las alas bajo un cielo
amputándose toda la niebla para desnudar su hipocresía.

Ninfas como espectros solitarios confluyen los espejos;
aún sigue su ritmo esa sombra enfurecida que persiste
tocar el horizonte y diluirse en el llanto inmemorable
de un efímero color aturdido detrás de las montañas.



DETRÁS DE TI YA HAY UN CIELO



Atraviesa este jardín
y dime tu nombre
sin que me desangren tus palabras.

Hice una jaula
detrás de la orilla más soñada.

Qué sed
me ha revelado enturbiadas lágrimas de noche,
qué latido
aún detiene las fronteras.

Ha sucedido.
El espectador muerto aplaude tan emocionado
y no ve en su espejo
la obscena indumentaria que ha fingido su rostro.

Qué inmóvil queda el vacío
antes de apagar todas las luces.

Muy lejos
han quedado todos los arroyos
expiando nuestras culpas.



LA ESFINGE SE HA ESTREMECIDO EN SU DESTIERRO


Sendos barcos inflamándose de llagas
arriban el alma de un pájaro salvaje
que nadie mira.

La cruda realidad ha sangrado en todos los puños
sobre una hoguera intacta donde han llorado los cipreses
tratando de esculpir una incógnita constelación
sobre los vientos.

Abre el horizonte su pena,
negras campanas repican su desgracia,
lánguidos murmullos como blasones extinguidos
fingen este sonido eterno que ha embelesado los juncos.

Espectros marchitando el glorioso amanecer de las cornetas.
Sin mí, ya sin mí la mañana,
descorre su ausencia hasta sumergirme en su fracaso
detenida como una alondra subyugada por el sol
todo se desnuda agonizando.

Ya muero, ya muero;
qué dulce luz sin verbo, sin más brillo
que un ojo cobarde
añadiéndose al silencio.



EL SOL VERDADERO



Furibundas miradas niegan la cruz en nuestra espalda,
han partido las sombras desnudas de barro entre la niebla.

En vano las fuentes retornan su esplendoroso fulgor
de contemplar inalcanzables mirlos fugando hacia las máscaras.

Llega ya el viento y mi voz se hace leve suspiro.
La hojarasca esconde lágrimas inciertas,
un andrajo de noche que va buscando un camino interminable.

Hogueras infinitas desbordarán sus vestigios
sobre la sangre hostigada de presagios.

Hoy despertaré condenado
a jugar con mi verdugo.